Hace escasos días recibimos con incredulidad la noticia de que la modelo sueca de 15 años, Julia Scheneider, ganaba el concurso 'Elite Model 2011'. La joven de 179 cm, rubia con ojos azules avivó una vez más la polémica del peso requerido para ser modelo. Pero la culpa no es suya, ni de las miles de chicas que desfilan en pasarelas de todo el mundo. Cada decisión que se toma en este mundo tiene repercusiones mayores. Lo más posible es que el año que viene las candidatas del concursos se parezcan más a Julia y menos a esos nuevos cánones que se quieren imponer y que algún diseñador dice por lo bajo.
Muchísima gente se empeña en llevar a cabo un acoso y derribo contra las modelos. Lindezas tales como: flacas, cuerpos anoréxicos y delgadez extrema son los términos más habituales para definirlas. Ellas no tienen culpa de nada, son 'víctimas' también de este sistema. A ellas se les impone un canon de belleza con el cual tienen que mediar para poder llegar a ser modelo. La gente parece muy valiente a la hora de criticar a este colectivo mientras que en otros temas es muy cuidadosa y políticamente muy correcta. Los verdaderos dictadores del mundo de la moda son diseñadores, fotógrafos y medios de comunicación y es a por ellos contra los que la gente debería arremeter.
Tan poco estoy a favor de este canon que se impone como tampoco lo estoy del nuevo canon que se quiere imponer. Son cuantiosas las veces que se dice que la curva es bella cuando tan solo está disfrazada. Mujeres delgadas que pasan por el quirófano para realzar ciertas curvas son un perfil que poco a poco se va viendo en alguna pasarela. Yo soy partidaria de los cuerpos proporcionados, elegantes y femeninos. No debemos criticar a una chica por que su constitución sea delgada, hay mujeres que son así aunque sigan una alimentación correcta.
Diseñadores, fotógrafos, encargados de casting, agencias de modelos, revistas y todo tipo de medios de comunicación tenemos un cometido mayor que simplemente informar. Somos los responsables de cuidar a la sociedad y mantener un orden. La mayoría de agencias 'aconsejan' a las modelos que adelgacen para tener más trabajos llegando incluso al límite de lo vergonzoso. Prácticamente todas las pasarelas no permiten desfilar a mujeres con una talla superior a la 36 de pantalón. Debemos tener presente que son chicas muy altas y no es descabellado que utilicen una 38-40 y que necesitan alimentarse bien para estar fuertes y desfilar con energía. Ellas no son simples perchas, son seres humanos y no debemos permitir que los responsables de desfilar queden impunes mientras las modelos se llevan todas las críticas. Ellos y sólo ellos deben ser juzgados.